Descubre cómo crear tu nombre comercial

“Los bocetos son una conversación con las ideas”

Tom Wujec

Me estoy quebrando la cabeza en averiguar cómo llamar tu atención. Y atención es la segunda palabra que se me ocurrió cuando pienso que necesitas saber cómo llamar a tu empresa. Lo sé, es una cosa de intuición, creatividad y de identidad, porque para saber cómo te llamarás necesitas primero saber quién eres, a quién le vendes o le vas a vender tus servicios o productos. Aspectos que en este artículo te haremos saber si estás en el proceso de saber qué nombre llevará el negocio de tus sueños. No te preocupes, vámonos al expreso del primer tema para que llegues a tu destino lo más rápido y cómodo posible.

Vamos por pasos pequeños, pero pasos a fin de cuentas. Tu negocio ofrece servicios y/o productos ante un público, lo que lo hace visible, de manera que la marca es un vínculo entre lo que ofreces y tus clientes. La marca es la mejor ropa que te pones para ir a una fiesta o evento muy importante, y si quieres que tu vestimenta hable de quién eres, de tu personalidad, pues has cumplido tu misión. En cambio el nombre comercial es la representación lingüística del mismo, ¿cómo le vas a llamar a ese conjunto de ropa que traes puesto?, ¿smoking, traje sastre, uniforme escolar o deportivo? Definidos estos puntos básicos vamos a ayudarte a tener los pasos necesarios para crear tu nombre comercial.

Puede sonar redundante pero nunca está de más replantear y verificar la identidad de tu negocio, y para es necesario saber quién eres exactamente. Una lluvia de ideas con tu equipo puede llevarte una grata sorpresa al final, pues en este ejercicio pondrán en papel las palabras claves que se asocian con tu empresa. Lo recomendable es no abstenerse de alguna palabra por más tonta que suene, las mejores ideas vienen de la inspiración y eso te puede ayudar a que encuentres tu nombre comercial con más facilidad. Identifica también cuál es el tono de comunicación, en cuyo caso puedes apoyarte de la teoría de la personalidad de Carl Jung.

Una vez terminado este asunto, puedes tratar ahora con tu cliente o público objetivo, para saber a quién va dirigido ese producto o servicio tuyo. No dudes en poner cómo luce, cómo habla, cuáles son sus sueños, qué es lo que necesita, cuál es su rango de edad, qué problemas le estás resolviendo con tu negocio, en dónde vive, etc.

Si estás empezando o si ya llevas algún tiempo en el mercado, es vital que escribas cuál es tu historia, por qué quisiste emprender o cuáles fueron las dificultades o eventos que te llevaron a este punto. Con este ejercicio no solo podrás definir tu cronología en el currículum  de tu proyecto, sino que aquí hay elementos que ayudarán a que el nombre de tu marca sea original. Cada historia es única porque tienen al héroe o heroína, que en este caso eres tú; y te pusiste en marcha en cuanto hubo un conflicto y por x o y razón resultaste ganador de la batalla. En el país y en el mundo hay personas que pueden identificarse con tu historia y eso le da un plus, porque no sólo te estás centrando en ti, sino en las personas que te lleguen a comprar. Y son esos elementos los que enriquecerán tu nombre comercial y no solo lo bonito que sea visualmente.

Sí, suena muy trillado pero ¿a poco no te gustaría que la gente identifique tu nombre fácilmente? Y para esto necesitarás que sea un nombre simple, fácil de pronunciar y corto. No te quiebres la cabeza con nombres largos solo porque quieres que así represente tu marca, al contrario, menos es más, y este caso no es la excepción. Si lo necesitas, puedes hacer un sondeo entre las personas que conoces para saber qué tal les suena.

También haz una indagación pertinente de si ese nombre ya existe, para eso puedes apoyarte de Google. Si alguien más ha tomado ese nombre, siempre puedes modificarlo y replantearlo las veces que lo necesites, no tiene por qué haber prisas.

El caso da para una entrada de blog diferente y completa, sin embargo las famosas heladerías y paleterías de la michoacana es un ejemplo del por qué registrarse como marca y apropiarse del nombre comercial es obligatorio. Si has visitado alguno de estos comercios y disfrutado de su variedad de postres, te darás cuenta que en todo el país hay diversas variaciones de la marca; y es que su fundador Rafael Malvafón, originario de Tocumbo, Michoacán, al no registrar el nombre original y al no proteger su propiedad intelectual al mismo tiempo que franquiciarla, ahora este tipo de negocios son casi de dominio público.

No queremos que eso pase contigo, así que lo recomendable es que des de alta tu marca y nombre comercial ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), el cual te dejamos aquí su página web para consultar los detalles de registro. Por otro lado si quieres ahorrarte eso y más, te recomendamos nos contactes para que podamos ser tu apoyo desde la creación de tu marca hasta el desarrollo en toda materia fiscal y administrativa.

Por ahora deseamos que esta información te haya sido útil y que logres llevar tu marca y nombre comercial a otro nivel.

Artículo realizado por: Miguel Oropeza

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